La grana cochinilla de Autlán


Éste espacio muestra el trabajo de rescate histórico realizado con apoyo del Programa de Estímulo a la Creación y al Desarrollo Artístico (PECDA) de Jalisco, en torno al fenómeno económico y cultural generado por la producción y el comercio de la grana cochinilla en la región de Autlán, durante la época colonial.

miércoles, 10 de septiembre de 2014




Importancia de la grana cochinilla

..bulle carmín viviente en tus nopales,
que afrenta fuera al múrice de Tiro;
y de tu añil la tinta generosa
émula es de la lumbre del zafiro...

Andrés Bello, 1826

Gracias a los expedientes de exportación generados en el puerto de Veracruz y conservados aún en buen estado, se sabe con toda certeza que después del oro y la plata, la grana cochinilla se convirtió en el mayor productor de divisas para la corona española desde sus colonias americanas entre 1550 y 1800 (Humboldt, 2002; Pérez, 2001; Villaseñor, 2007), trayendo como consecuencia un enorme celo para el cuidado del secreto de su procedencia (era un animal, pero se era necesario hacer creer al resto del mundo que se trataba de una semilla o grano), junto con esfuerzos científicos encaminados a comprender los ciclos de vida y reproducción del mismo (Sahagún, 1989).
Curiosamente Inglaterra, el mayor enemigo de España en la época que nos ocupa, era el principal consumidor del insecto y para obtenerlo, sobre todo en el siglo XVIII se valía de intermediarios franceses y holandeses, quienes encarecían aún más el producto.

Ordenanza sobre la producción de grana cochinilla

 La región del valle de Oaxaca se convirtió en el lugar ideal para la explotación del cultivo, debido a sus condiciones climáticas y a su especialización en el ramo, en el códice conocido como “Matricula de los tributos” se hace mención de esta zona como tributaria del insecto, los Mixtecos pagaban sus impuestos en especie a los Mexicas, por medio de costales de grana.
Todos los hospederos de la grana cochinilla son plantas cactáceas, y estás son de origen netamente americano (Portillo, 2005), nuestro país es especialmente rico y diverso en este tipo de plantas, por ello no debe extrañarnos que muchos de los científicos y exploradores del siglo XVI le prestaran especial atención (Acosta, 2003; Clavijero, 1990) .
Bernardino de Sahagún, le dedico en su obra cumbre "Historia General de las cosas de la Nueva España" un apartado en el cual entrelaza al fruto del nopal (la tuna) y a la cochinilla, dejando en claro la importancia de la planta y de su huésped:

                “Al color con que se tiñe con la grana que llaman Nocheztli, quiere decir sangre de tunas, porque en cierto género de tunas se crían unos gusanos que llaman  cochinillas apegados a las hojas, y aquellos gusanos tienen una sangre muy colorada; ésta es la grana fina y hay grandes tratos de ella; llega hasta la China y  hasta Turquía, casi por todo el Mundo es preciada y  tenida en mucho. A la grana que ya está purificada y  hecha  en panecitos, llaman grana recia, o fina; véndenla en los tianguez para los pintores y tintoreros”.

Cabe aclarar, que aunque el texto data del siglo XVI, la referencia al comercio con China y Turquía se debió al mercado que se había instaurado por parte de los propios españoles casi de forma inmediata, no olvidemos además, que lo que el español concebía como China era en realidad el territorio que se llamó posteriormente las Islas Filipinas y el sur de Asia que fueron descubiertas y conquistadas por una expedición que partió desde la recién descubierta bahía de Barra de Navidad, en el actual estado de Jalisco (Razo, 1981; Muriá, 2000).
Según las fuentes historiográficas más creíbles, la primera exportación de cochinilla a Europa se llevó a cabo en el año de 1523, respondiendo a una petición expresa que el Rey Carlos V hizo a Hernán Cortés, es decir, apenas dos años después de consumada la conquista de Tenochtitlán. Esa es la primera noticia que tenemos de la grana después de la conquista.
La expansión de la industria del nocheztli y su cobijo oficial por parte de la autoridad real en persona, trajo consigo la aparición de los cargos denominados “Jueces de grana” (Martínez, 1773), cuya función era la de regular, verificar y dar fe de la pureza y calidad del producto, que por cierto desde los inicios de su febril comercialización, luchó en contra de la adulteración, el comercio desleal y malos procesos de pesado(Cervantes, 2004). En 1572 se creó el cargo de Juez de grana en Puebla y Oaxaca. Para 1620 existían Jueces de grana en, Tlaxcala, Chalco y Cholula (Dahlgren, 1990). Así como inspectores para su embarco en el puerto de Veracruz (Menonville, 2005).

Libro de Menonville sobre su viaje a Oaxaca para descubrir
los secretos de la grana cochinilla

Los europeos habían valorado las tinturas rojas durante siglos, y por lo tanto apreciaron de sobremanera a la grana cochinilla desde el inicio; hoy todavía por ejemplo, utilizamos el termino granado (haciendo referencia la posibilidad económica para adquirir grana) para hacer referencia a algo selecto e ilustre.
Cuando los colonos españoles intentaron producir por cuenta propia cochinilla en plantaciones y encomiendas, fracasaron una y otra vez. Ante este problema y a pesar de conocer el origen animal del tinte y la forma de cultivo, por medio de estudios e “informantes”, se vieron forzados a depender de las poblaciones indígenas de México para obtener su provisión de tintura. Esto brindó a los productores indígenas de cochinilla cierto grado de independencia ante el gobierno colonial (Dahlgren, 1990) .